Actualmente desde el momento que nos despertamos y hasta que nos acostamos , todos, nosotros y nuestros hijos convivimos con las pantallas: tablets, tele, celulares, computadoras, etc, etc.
La Sociedad Argentina de Pediatría y la Academia Americana de Pediatría, DESACONSEJAN el uso de “pantallas” antes de los dos años de edad.
Es importante para que los niños tengan un adecuado desarrollo madurativo que interactuen con otras personas, sobre todo con su mamá y su papá , que son los principales estimuladores. Es a través del contacto visual, auditivo y corporal que todo comienza a desarrollarse: es muy necesaria la interacción a través de los gestos, mímicas faciales y movimientos corporales.
También el contacto con los objetos es fundamental: el niño debe tocar, tirar, llevar a la boca los diferentes objetos. Así los reconoce e incorpora en su estructura mental.
Jugar con los chicos es fundamental, es muy importante en varios sentidos, pero sobre todo para fomentar su capacidad imaginativa.
Los efectos negativos de la exposición en menores de 2 años a “pantallas” son:
- Genera una influencia negativa en la adquisición del lenguaje.
- Genera una disminución de la memoria a corto plazo.
- Disminuye la capacidad imaginativa del niño.
- Genera problemas en el sueño.
- Disminución de la capacidad de atención.
- Altera el hábito alimentario.
Se sugiere restringir el uso de cualquier dispositivo o TV en menores de 2 años de edad.
A partir de los 2 años de edad, se autoriza el uso de pantallas con programas educativos. Y siempre supervisado y compartido con los padres. El tiempo de pantallas por día debe estar regulado entre 2 a 3 horas diarias.
Como padres, tratemos de evitar que la televisión esté encendida constantemente. En la hora de las comidas, NO debemos captar la atención del niño con programas infantiles ni noticieros: las “pantallas” deben estar apagadas. Es un espacio de interacción con la comida y de diálogo intrafamiliar.